Después de la noche del quincho nos empezamos a saludar todos los días como grande amigos y a compartir mates, partidos de pool y de pin pon. La confianza apareció enseguida y los chistes y cargadas se permitieron. Se genero como una especie de grupito mixto de la secundaria donde todo es risa y joda.
Al volver de la playa, llena de sol y arena, pase por la puerta de la cabaña de R donde estaban todos y me invitaron a merendar con ellos. Sentadita ahi disfrute de la buena música que R escuchaba y tomé algunos mates, ya medio lavados.
Juan era (es) un chiste andante, de esas personas que con solo mirarlas te reis. En cambio Ojitos era más asquerosito, y a Ailin la volvía loca. Y tengo que reconocer que Tincho algo tenía: por un lado el típico perfil de chico chamullero, y por el otro una cosa dulce y un buen humor constante que lo volvía interesante.
Sabía qué decir y cuándo, y yo no me caracterizo justamente por la habilidad para respuestas rápidas, mas bien soy la típica que se pone colorada y se rie pensando internamente "que contesto, que contesto?". En la ronda de mate me intrigó el texto de la remera de T e indagué.
YO: ¿Qué dice tu remera?
ELLA: Mora sos hermosa.
28/7/09
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