Por la misma época en que Celes era “modelo” y yo recién la empezaba a conocer, ella estaba de novio con Mati. Mati era amigo de Marian, y Marian un chico que me gustaba en aquel momento.
Me veo en la obligación de aclarar que Marian es el típico chico fachero, medio boludo y mujeriego que levanta porque las dos neuronas que tiene las usa para desplegar sus dotes de simpatía y chamullar. Supongo que por eso, y porque llevaba a su novio por “el mal camino” Celeste “odiaba” (lo pongo entre comillas porque le agarran brotes en los que odia a medio mundo, cuando en realidad no odia a nadie) a Mariano.
Una noche nos juntamos en mi casa a comer pizzas, y mientras charlábamos salto una ventanita de M auto invitándose a mi casa (aprovechando que los invitados eran amistades en común). Y con quien cayo? Si si, con Mati. Y para colmo a su novia, mucho mas allegada a mi que el, yo no la había invitado. Comimos y subimos al play room a pasar el rato. Sacaron el Blay Blay (ese jueguito donde gana el artefacto que gira más tiempo) y jugaron como nenes. Hasta que se aburrieron (también como nenes) y se pusieron a toquetear todo. Mariano no tuvo mejor idea que subir al altillo e invitarme desde arriba, y el resto de la gente emitía miradas cómplices, incitándome a subir (cosa que no hice). Pasada esta situación patética asistimos al boliche de siempre y ahí estuve con M.
Al lunes siguiente cruce a Mati con su novia (mi compañera y futura amiga) en el buffet y lo salude fugazmente (de esos besos en el aire para desaparecer rápido). Pero me guiño un ojo como si fuéramos grandes amigos y haciéndose el vivo le dijo a Celes:
Una noche nos juntamos en mi casa a comer pizzas, y mientras charlábamos salto una ventanita de M auto invitándose a mi casa (aprovechando que los invitados eran amistades en común). Y con quien cayo? Si si, con Mati. Y para colmo a su novia, mucho mas allegada a mi que el, yo no la había invitado. Comimos y subimos al play room a pasar el rato. Sacaron el Blay Blay (ese jueguito donde gana el artefacto que gira más tiempo) y jugaron como nenes. Hasta que se aburrieron (también como nenes) y se pusieron a toquetear todo. Mariano no tuvo mejor idea que subir al altillo e invitarme desde arriba, y el resto de la gente emitía miradas cómplices, incitándome a subir (cosa que no hice). Pasada esta situación patética asistimos al boliche de siempre y ahí estuve con M.
Al lunes siguiente cruce a Mati con su novia (mi compañera y futura amiga) en el buffet y lo salude fugazmente (de esos besos en el aire para desaparecer rápido). Pero me guiño un ojo como si fuéramos grandes amigos y haciéndose el vivo le dijo a Celes:
“Te contó que estuvo con Marian?”
* Celeste se horrorizo de forma exageradamente bizarra y negando con la cabeza me pidió que le dijera que no era cierto.
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