Situación: Magalí en un baño ayudando a la cumpleañera a sacar el Para Olvidarla que Leo le había recomendado a medio cumple -y vete a saber que más- de su estómago, yo dejando mi trago en la barra transportando un vaso de agua hacia el baño -reiteradas veces- y borrachos que se interponían en mi camino para hacerme comentarios estupidos e inoportunos cual "sabés quién soy yo? egresé el año pasado de tu colegio".
Maga asomó su cabeza por la puerta y me dijo: "Está muy mal, no se va a recuperar así nomás. Quebró."
Mi rostro fue similar al de una madre preocupada escuchando atenta el diagnóstico del especialista. Y en este caso la experiencia hace a Maga una profesional en el tema, así que le creí. "Y.. que hacemos?"
Terminamos sacandola colgada entre las dos, con sus brazos en nuestros hombros y esquivando a la gente con cara de no pasa nada. Una vez que la sentamos afuera como peso muerto , con la lluvia mojandonos y la gente preocupada y entonada preguntando a gritos cómo estaba Luz, nos dimos cuenta que había sido una desición equivocada. Así que cuando Luz declaró tener frio -cosa que no suele suceder- nos miramos desconcertadas. El dueño del lugar, de onda y con tono preocupado, nos recomendó llevarla a la cocina del bar hasta que se recupere. Antes de que podamos procesar la propuesta la alzó con ambos brazos y atravesó el bar como un heroe conmigo adelante abriendo paso.
Todo nuestro intento por disimular la borrachera de Luz se había ido por la borda en tres minutos.
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