Volviendo sobre aquellas vacaciones en la costa; los días que nos tocaron fueron hermosos, tomamos sol y mucho mate y nos empezamos a ver seguido con los amigos de Abigail.
Cairo es el típico chico en el que suelo, inconscientemente, fijarme: morocho, simpático y de mal chamullo. El problema fue que nunca me imagine que además era lento, muy lento.
Esa noche habíamos ido a bailar todos juntos y así como entré salí, para vivir ese episodio patético.
Cairo aprovechó esa situación para burlarse de mi, acusandome de haber estado con un gay, mientras por dentro yo pensaba "el será gay pero por lo menos me chamulló, lentito". Pero opté por hacerme la simpática y me entregué al hermoso panorama que ofrecía el amanecer en la playa agarrada de su brazo (porque estaba fresco, claro).
La charla venía bastante interesante y hubiera jurado que el chamullo estaba llegando a su punto máximo aproximandose el tan esperado momento del beso cuando llegamos a la puerta de nuestra casa y me dijo:
"Sabés que nunca me le tiré a una mina? No se, seré tímido ... le tengo miedo al rebote"
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