La miradita

Cuando yo entré al grupo me la presentaron como Lola la millo, y antes de que tenga tiempo para pensar "que pendeja creída" ella aclaró que era mentira que era millo, que la cargaban porque el papá tenía un local de ropa con su apellido en la peatonal. Me resultó una actitud tierna.

Lola es de esas personas serias, que al comienzo parece que les falta chispa y una vez que la conocés bien toma confianza para soltarse.

Un día estabamos en casa Lola, Maga, Tete, Leo, Mario y yo pasando el tiempo en forma tranquila en el playroom de mi casa con cigarrillos y cerveza. Entre algún tema Lola tiró una punta:

"¿Por qué será que no levanto?"

Pretendo aclarar que es una linda chica, ahora se dejó los rulos cortos, siempre está bien vestida y tiene uno de los mejores cuerpos del grupo.

Siempre sostuvimos que el problema estaba en la actitud, pero esa noche los chicos tiraron la posta: la miradita.

Leo se paró y le hizo una representación dandole las instrucciones precisas:

"Mira. Vos estas ahi en el boliche, bailando tranca y sonreis. Con sonrisa haces un panorama del lugar y fichás. Importante Lola: fichás!. Seguis bailando. Otro paneo, si está de nuevo ahí le hechas una mirada. Esto es lo más importante para que le des el ok. La mirada tiene que ser segura y provocativa."

La siguiente vez que salimos todos a bailar la miramos a Lola con ojo de profesores y evaluamos su miradita.