Mi padre es mandado a hacer para hacerme quedar mal. Tiene esa enorme capacidad para hacerse el viejo pistola.
Fue en la época que yo salía con Juan Primo un sábado a la tarde, en Matinee. A la salida me quedé un rato charlando y chapando con él hasta que me llegó un sms de mi viejo que decía:
"Estoy en la esquina".
Lo despedí y me fui.
Al entrar al auto, sin importarle la presencia de su amigo, comentó:
"Mirá como tenés la boca, roja de tanto apretar"
Se lo negué hasta que me dijo que me había visto.
9/8/09
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