Otra filosofía de vida

Cuando uno entabla amistades no busca que esa persona tenga los mimos intereses ni idénticos valores a los propios, pero determinados códigos es necesario compartirlos. Si una de mis amigas más cercanas está feliz con un chico, próxima al noviagzo nunca me lo apretaría, ni borracha. Si una amiga me dice que le gusta alguien no voy a esperar al finde siguiente para chaparmelo, ella sí. Jamás estaría con el novio de mi mejor amiga y a escondidas, pero ella sí. El problema con Natalia fue ese: sus códigos estaban en una vereda y los nuestros en la de enfrente.

El segundo problema fue que tropezó demasiadas veces con la misma puiedra, porque una vez podés equivocarte, ¿pero tantas?

Y nuestro error fue no mantenernos firmes en los planteos y dar el codo a torcer a sus excusas tantas veces.

Creo que la gota que reblasó el vaso fue que no supo aprovechar la oportunidad de charlar y explicar el por qué de sus cagadas, optando por el silencio y por un "puede ser" ante la pregunta de si priorizaba una pija antes que una amiga.

¿Más claro? Echale agua.