BRC: Todos amigos

Hay un cantito que se escuchaba por Bariloche que decia "Nunca hicimos amistades, ni las queremos hacer.. pero estamos unidos, unidos por el Fernet".

Triste pero real. Así que fiel a tan interesante filosofía en las previas del hotel había una mezcla de gente tan asombrosa como patética.

Un día terminamos 30, 35 personas en un cuarto: gente de todas las modalidades con la que durante tres años no había cruzado más de tres palabras.

Nosotras habíamos tomado antes en otra habitación, donde una conocida me ofreció un pucho y me enseño a fumarlo bien. Con un pucho terminé más mareada que con seis tequilas y con una sensación de relax corporal inigualable. Asi que cuando caimos al cuarto me senté en un huequito de una de las camas de los chicos riendome sola, un poco por el efecto de la nicotina y otro poco por la situación: gente ebria tironeando botellas, gritos, pedidos de "sh sh que va a venir el concerje" y un compañero corriendo con el caño de la ducha hacia la ventana para alcanzar la mochila de repleta de alcohol que muy inteligentemente habían lanzado al minipatiecito.

Descubrí que al lado mio estaba sentada una compañera, que entró hace un año y con la cual casi no tengo relación. Es una chica un tanto conflictiva adoradora del quilombo, de mucha guita pero negra: se viste como negra, se tiñe como negra, habla como negra y actúa como negra. Y encima putita, estuvo con medio colegio en tan corta estadía en el establecimiento.

Haciendose la simpática me comentó: "guarda con Leo, porque esta (haciendo carita de on fire). te lo digo por las dudas, cuidate porque estos son (haciendo gestito de mamma mia!)"

La miré con cara extrañada; levantando la ceja y revoleando los ojos, y sin pensarlo le dije a modo irónico "Si sabrás vos..."

A pesar de que enseguida, instintivamente, caminé hacia la otra punta del cuarto, tuve su mirada de odio clavada en el cuello toda la santa noche.

Hay gente con la que es mejor no unirse, ni siquiera por un Fernandito.