Una de las pocas cosas que me molestó de Bariloche fue que halaguen tanto a los coordinadores; en cada boliche al que ibamos escuchabamos un largo speech de agradecimientos y sentimentalismo, que parecían ser dirigidos a vos (flamante egresado), cuando decían "a los protagonistas de este sueño, los coordinadores!".
Para colmo nuestro coordinador no era precisamente un hombre ejemplar y merecedor de tanto halago: treintañero baqueteado, pasaba el 90% del tiempo muy drogado haciendo comentarios desubicados y clavando la mirada en cualquier escote o culo que andaba por ahi dando vueltas. Tomaba confianza rápido y escupía una sarta de guarangadas en cada momento que podía.
En el viaje de vuelta cuando ninguna estaba cerca, me agarró desprevenida y me dio la mano. Yo ingenuamente se la di cuando entendí a qué se refería frotando su dedo gordo en la palma de mi mano y susurrando "Cuando quieras Mora eh, vos me decís y arreglamos. Y te rompo toda".
Ok, tragame tierra.
26/12/09
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Jajajaj qué situación desagradable.
ResponderEliminarTodas vuelven de Bariloche comentando lo buenos que estaban los coordinadores. A mi me tocaron unos bastante baqueteados también