10/9/09

Que si, que no

Si bien no me considero muy histérica ese lado de mi personalidad salió a luz cuando me enteré que Juan Primo estaba de novio. Me sentí tan descolocada y celosa, que recién ahí pude darme cuenta que me importaba. Pero recurrí a mis aprendizajes de actuación para que mi mejor amigo ni sospeche todo lo que en ese momento se me cruzaba por la cabeza, mientras respondía con un "ah, mirá vos" desinteresado.

De todos modos supuse que era una relación a corto plazo, porque a JP le gusta jugar a los novios con mucha cursilería, y pocas aguantan eso mucho tiempo.

Así que cumpliendo mi predicción algunos meses después JP cortó con su noviecita, y lógicamente, volvió a mi. El problema fue que yo no tuve ganas de decirle que no. Y volvimos a lo mismo. Hasta que yo me empecé a sentir asfixiada, me aburrí y le dije que "quería hacer la mia" y el, cansado de mis vueltas y en busca de algo similar al matrimonio, buscó otra chica y empezó a noviar, again.

Yo, confiada en el destino, creí que la novelita iba a repetirse. Pero sucede que a veces las cosas cambian y la gente se enamora; llegó la primavera y yo cambié de opinión respecto a mis ganas y a mi libertad, y el se enamoro.. de su novia, claro.

1 comentario:

  1. "recurrí a mis aprendizajes de actuación"
    jajaja sos lo más!
    Ehm... si habré perdido JPs, por dior! pero la vida es una y siempre hay revancha en un lugar llamado Bariloche, o San Martín, o vida.

    ResponderEliminar